En torno al desafío que representa su nuevo rol, Bustos indicó: “El reto pasa por seguir avanzando de modo de dar la mejor respuesta, generando mayor desarrollo y poder garantizar un crecimiento continuo en la posibilidad de que las personas en la lista de espera sean trasplantadas”.
El profesional señaló que a nivel nacional Entre Ríos constituye un buen ejemplo a partir del trabajo ininterrumpido, con crecimiento en el desarrollo y el fortalecimiento de su modelo organizativo a lo largo de los años, “lo que permitió avances y muy pocos retrocesos, esto habla del apoyo que ha tenido y que forma parte de las políticas de salud del ministerio”.
La experiencia entrerriana
La provincia de Entre Ríos, que desde su Ministerio de Salud viene realizando una política de fortalecimiento de la respuesta sanitaria a la necesidad de trasplantes, en los últimos años ha desarrollado un modelo que incluye hospitales, generando una red provincial de transplante en el año 2010, que se puso en vigencia desde el 2011.
De ese modo, los hospitales de mayor complejidad de la provincia comenzaron un trabajo de selección de recurso humano, para lo cual conformaron servicios (denominados unidades de coordinación de trasplantes) que con el tiempo fueron ganando conocimiento y entrenamiento, hasta llegar a la autonomía operativa. Esto quiere decir que se los ha capacitado y entrenado de manera tal que se pueda dar respuestas dentro de la coordinación provincial, lo que ha permitido fortalecer el sistema y ayuda a los pacientes a que tengan un acceso más rápido ante la necesidad de trasplantes.
“Eso es lo que ha ocurrido con la provincia y la idea es capitalizar esta experiencia al nivel de Nación y ver qué provincias podrían estar en condiciones de desarrollar un modelo similar”, dijo.
En este sentido, Bustos destacó que con la nueva ley se allana el camino para poder implementar un modelo similar en otras provincias porque en la misma se prevé la creación de unidades de coordinación de trasplante.
Cabe señalar que si bien en las diferentes jurisdicciones existen distintos niveles de desarrollo en cuanto a infraestructura y recurso humano, acordes a la cantidad de población que tienen, “todas tienen un compromiso y una capacitación continua a lo largo de los años, lo que nos permite tener un plantel bastante parejo a nivel nacional”, informó el referente.
Acerca del profesional
José Luis Bustos tiene una trayectoria de 25 años en la temática de donación y trasplante de órganos y tejidos. “Empecé con mi actividad en el año 1993 en el Centro Único Coordinador de Ablación e Implantes de Entre Ríos (Cucaier), que es el organismo provincial que da respuesta a la necesidad de transplantes; posteriormente fui designado director médico del Incucai entre los años 2003 y 2009”.
En esta oportunidad la designación dentro del Directorio como vicepresidente del Incucai tiene que ver con la ley donde se conforma el directorio, con un presidente elegido por el Ministro de Salud de la Nación; y un vicepresidente que es elegido por el Cofesa, que son los ministros de Salud de las provincias. “Eso quiere decir que alguna provincia sugiere quién puede ser el vicepresidente y el resto de las provincias votan, y así fue como resultó mi designación”, precisó Bustos.
“Como conclusión, tras todos estos años puedo decir que la donación resulta terapéutica en el difícil momento de la pérdida de un ser querido”, explicó Bustos. Y agregó: “A la familia donde se ha generado la donación le ayuda a transitar mejor el duelo, es un acompañante dentro del difícil camino que tienen que transitar para adaptarse a una nueva situación; y la donación termina siendo como una caricia para el alma, porque reconforta saber que se ha dado vida o se ha ayudado a otras personas a través de esa acción”, reflexionó el profesional.
Fuente: Pralelo 32, 10 septiembre 2018