Cada mes las personas trasplantadas reciben la medicación que regula su respuesta inmune luego del implante. De otra manera, su organismo reaccionaría frente a un órgano que, si bien se ha seleccionado por ser altamente compatible, siempre será detectado como extraño por el sistema de defensas. Ellos deben tomar su medicación inmunosupresora para no perder su trasplante, que tanto esfuerzo, recursos y espera conllevó. De ello depende su calidad de vida y aún su sobrevida. El CUCAIER se ocupa de que llegue esa medicación provista por el Programa Nacional de Seguimiento Postrasplante del INCUCAI a cada persona que la necesita.
La legislación argentina asegura que toda persona trasplantada acceda a esta medicación. Quienes poseen cobertura social, la reciben al 100%. Quienes se han trasplantado a través del sistema público, o eventualmente han perdido su obra social, son cubiertos por el Estado a través del INCUCAI en coordinación con las provincias. En Entre Ríos el CUCAIER es el organismo que gestiona esta tarea imprescindible para la sobrevida con calidad de las personas trasplantadas. Durante los últimos meses el número de pacientes bajo este programa oscila entre 130 y 140, dependiendo de las altas y bajas lógicas de un sistema dinámico.
¿Cómo impacta el CoVid19 en esta tarea?
Normalmente la medicación es enviada cada mes a los hospitales de referencia de cada localidad para que cada paciente pueda retirarla en tiempo y forma. Los pacientes de Paraná la retiran en la Farmacia del Hospital San Martín, donde tiene su sede el CUCAIER. Pero con la llegada de la pandemia ha sido necesario evitar en la medida de lo posible que las personas trasplantadas se acerquen a los nosocomios, previniendo de esa manera posibles riesgos.
Desde que comenzó el distanciamiento social la logística ha sido adaptada para cuidar tanto a las personas trasplantadas como al personal implicado en la tarea. En Paraná la medicación es llevada al domicilio del paciente por personal del CUCAIER previa cita pactada. Cada
Hospital de referencia en el resto de la Provincia hace una entrega similar apoyándose en su personal y en la red de Agentes Sanitarios que cumplen numerosas e importantes tareas al estar más cerca de la gente. En los casos en que la persona viva en una localidad alejada sin Hospital de referencia, el envío se hace a través de un sistema de correo seguro.
También se dan casos en que las personas que cuentan con una cobertura de Obra Social ven interrumpida o demorada la entrega de la medicación, lo cual pone en riesgo su salud. Desde el CUCAIER se intenta auxiliarlas mientras este derecho se restablece de acuerdo a lo dispuesto por la Ley 26928 de Protección Integral de las Personas Trasplantadas y en Lista de Espera.
Concluyendo... El trasplante de órganos es el último tratamiento que puede ayudar a muchas personas a salvar su vida y continuarla con calidad. En el proceso han sido necesarios muchos esfuerzos y gestos de solidaridad. En primer lugar, la familia donante. La Red Entrerriana de Trasplante con sus Unidades Coordinadoras, profesionales atentos a cada mínima posibilidad de ofrecer esperanza. Los recursos tanto humanos como instrumentales, el traslado de los equipos, la cooperación de los Bomberos y las fuerzas de seguridad... Todo un gran engranaje que carecería de sentido si luego de trasplantadas las personas dejaran de recibir la medicación inmunosupresora. Gracias a quienes sostienen este importante servicio, esencial para la vida con calidad luego del trasplante.
